La dieta mediterránea o mindfulness durante el embarazo
- cuidarmaternofetal
- 21 abr 2022
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El bajo peso al nacer afecta el 10% de los embarazos y se debe a la restricción del crecimiento fetal.
Hasta el día de hoy, no existe ningún tratamiento que pueda mejorar esta condición. Un estudio publicado en JAMA liderado por investigadores de BCNNatal (Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y Hospital Clinic-IDIBAPS) y la Universidad de Barcelona, han demostrado por primera vez que el crecimiento fetal puede ser mejorado por los cambios en el estilo de vida de la madre.
El estudio demuestra específicamente una reducción de bebés con bajo peso al nacer hasta un 29% y un 36% al intervenir en la dieta de la madre y reducir su nivel de estrés.
El bajo peso al nacer está asociado con complicaciones en el nacimiento y problemas de salud.
Los bebés con bajo peso al nacer (peso al nacer por debajo del percentil 10) representan el 10% de todos los nacimientos. El bajo peso al nacer refleja la restricción del crecimiento en la vida fetal, es reconocido por la OMS como una de las causas más importantes de mortalidad perinatal a nivel mundial y está relacionado con un peor neurodesarrollo en la infancia y un mayor riesgo de problemas de salud metabólicos y cardiovasculares en la edad adulta.
Hasta ahora no existía ningún tratamiento que pudiera prevenir o mejorar el bajo peso al nacer.
El estudio de tres años involucró 1,200 mujeres embarazadas con alto riesgo de tener un bebé pequeño al nacer. Las embarazadas se dividieron aleatoriamente en tres grupos, uno en que las embarazadas acudían con un nutriólogo para seguir una dieta mediterránea, un segundo grupo en el que seguían un programa de mindfulness para reducir el estrés y un grupo control con seguimiento habitual.
Luego se realizó un seguimiento para ver como se desarrollaba el bebé y si había alguna complicación durante el embarazo y el parto.
El estudio ha demostrado, por primera vez, que una dieta mediterránea o mindfulness durante el embarazo reduce el porcentaje de bajo peso al nacer y mejora las complicaciones del embarazo, como la preeclampsia o la muerte perinatal, cuando se utiliza de forma estructurada o guiada.
Los resultados fueron claros: las embarazadas del grupo control tenían un 21,9% de recién nacidos de bajo peso al nacer, y este porcentaje se redujo significativamente en los grupos de dieta mediterránea (14%) y mindfulness (15.6%).
Una intervención estructurada en el estilo de vida reduce las complicaciones en el embarazo para las que ningún tratamiento anterior habían demostrado efectos positivos.




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